Tras batallar por años para promocionar sus productos en medio de las protestas de los conservacionistas, un operador ballenero en Japón halló una nueva forma de atraer clientela y aumentar sus ventas: máquinas expendedoras de carne de ballena.
Máquinas comercializando el productoEl establecimiento cuenta con máquinas expendedoras blancas decoradas con ballenas de dibujos animados y es la tercera sucursal que se lanza en la región de la capital japonesa.
Se inauguró el martes después que se abrieran otras dos en Tokio a principios de este año como parte de la nueva campaña de ventas de Kyodo Senpaku Co.
Durante mucho tiempo, la carne de ballena ha sido una fuente de polémica, pero las ventas en las nuevas máquinas expendedoras han tenido un buen arranque, indicó el operador.
Las protestas contra la caza de ballenas han disminuido desde que, en 2019, Japón puso fin a sus muy criticadas cacerías de investigación en la Antártida y reanudó la caza comercial de ballenas frente a las costas japonesas.
A los conservacionistas les preocupa que la medida pueda ser un paso hacia una mayor caza de ballenas.