- En Sudáfrica, investigadores han implementado un nuevo método para combatir la caza furtiva de rinocerontes: inyectar material radiactivo en sus cuernos. Este proyecto, realizado por veterinarios y expertos nucleares, busca que los detectores de radiación en las fronteras nacionales identifiquen los cuernos y ayuden a detener a cazadores furtivos y traficantes.
El proceso para inyectar a un rinoceronte es complicado: inicia sedando al rinoceronte, luego se le perfora un agujero en su cuerno donde se inyecta el material nuclear.
Esta semana, el equipo de la Unidad de Física de la Salud y Radiación de la Universidad de Witwatersrand inyectó isótopos radiactivos a los primeros 20 rinocerontes vivos. Los investigadores esperan replicar este proceso en otras especies vulnerables, como elefantes y pangolines.
- Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la población mundial de rinocerontes ha caído de 500 mil a principios del siglo XX a aproximadamente 27 mil, debido a la alta demanda de cuernos en el mercado negro.
- Sudáfrica, que alberga la mayor población de rinocerontes con unos 16 mil ejemplares, es un foco crítico de caza furtiva, con más de 500 rinocerontes sacrificados cada año.
- En 2020, la caza furtiva disminuyó significativamente debido a la pandemia de Covid-19, pero las cifras volvieron a aumentar con el alivio de las restricciones. A pesar del apoyo de algunos sectores, la técnica enfrenta críticas éticas.
Pelham Jones, presidente de la Asociación Privada de Propietarios de Rinocerontes, cuestiona su efectividad para disuadir a cazadores furtivos y traficantes.