El Departamento de Justicia sí mantiene una investigación criminal abierta contra el expresidente Donald Trump por su presunta participación en un esquema de querer certificar listas de falsos electores para tratar de revertir la victoria del actual presidente Joe Biden.
En los últimos días fiscales encargados del caso, habrían interrogado ante un gran jurado a testigos incluidos el ex jefe de personal de Mike Pence, Marc Short, y al abogado, Greg Jacob.
Los fiscales buscan aclarar sobre conversaciones que tuvo Trump con sus abogados, especialmente John Eastman y Rudy Giuliani, según informó la tarde del martes The Washington Post, que citan a personas anónimas familiarizadas con el asunto.
Todo indica que el esquema de falsos electores fue diseñado por Giuliani y consistía en que impulsar los funcionarios republicanos en estados “columpio” a realizar listas alternativas e ilegítimas de electores que rechazaran los resultados de los votos estatales y dar fraudulentamente el triunfo a Donald Trump.
De ahí se derivan asimismo las presiones del expresidente y sus allegados sobre Mike Pence, a quien le asignaban el poder de cancelar el conteo del 6 de enero, para enviar de regreso a los estados las listas originales que serían reemplazadas por las fraudulentas.
Pence se negó en todo momento a ceder a esa orden.
Ese y otros intentos de Trump por revertir la elección presidencial estadunidense han sido mostrados a detalle en las siete audiencias públicas celebradas durante junio y julio por el Comité Selecto 6 de enero que investiga el asalto al Congreso.
El caudal de pruebas y testimonios
Primordialmente de republicanos y exaliados del presidente, no han hecho sino aumentar la presión sobre el fiscal general de los Estados Unidos, Merrick Garland, que dos veces en este año ha dicho que “nadie está por encima de la ley” y que las investigaciones “llegarán hasta donde tengan que llegar”.