La investigación para un juicio político al presidente estadounidense, Donald Trump, cambiará de escenario la próxima semana con la primera audiencia pública en el Comité Judicial de la Cámara Baja, a la que por primera vez están invitados los abogados del mandatario.
Después de casi dos meses de sesiones públicas y privadas en el Comité de Inteligencia de la Cámara Baja, el Comité Judicial reveló este martes que celebrará su primera audiencia pública sobre el caso el próximo miércoles 4 de diciembre.
Una vez que reciba el informe sobre las pruebas contra Trump que está terminando el Comité de Inteligencia, el Judicial será el panel encargado de determinar si redacta cargos contra el presidente o artículos para un juicio político, y el proceso para hacerlo comenzará con la audiencia de la próxima semana.
"Abordaremos el marco constitucional que puede servir de base a la Cámara Baja para analizar las pruebas presentadas en la investigación" y si tiene sentido redactar cargos, dijo el presidente del Comité Judicial, el demócrata Jerrold Nadler, en una carta enviada hoy a Trump.
Nadler no precisó quién testificará en la audiencia, pero fuentes demócratas afirmaron al diario The New York Times que serán expertos legales, que hablarán sobre los precedentes constitucionales y la historia del juicio político.
El congresista dio a la Casa Blanca de plazo hasta el próximo domingo para confirmar si enviará abogados a la audiencia para interrogar a los testigos.
Si el Comité Judicial redacta y aprueba cargos contra Trump, daría paso a un voto en el pleno de la Cámara Baja, que decidiría si accede a iniciar un juicio político que se celebraría en el Senado, donde los republicanos tienen la mayoría y los demócratas tendrán difícil lograr el margen necesario para destituir al presidente.
La Casa Blanca ha impedido hasta ahora el testimonio de varios asesores de Trump que son claves en el caso, y aunque un juez federal falló este lunes en contra de una de esas trabas impuestas por el presidente, el largo proceso de apelaciones hará improbable que esas figuras acaben compareciendo ante la Casa Blanca.
Trump escribió hoy en Twitter que le "encantaría" que testificaran algunos de sus asesores, como el secretario de Estado Mike Pompeo o el jefe de gabinete Mick Mulvaney, pero que ha impedido que lo hagan para no marcar un precedente que pueda dañar a "futuros presidentes".
La investigación se basa en las presiones de Trump para lograr que el Gobierno ucraniano indagara en si el ex vicepresidente estadounidense y aspirante presidencial demócrata Joe Biden fue corrupto en su trato con Ucrania cuando estaba en el poder en 2016 y su hijo Hunter tenía lazos con la compañía de gas ucraniana Burisma.
Aunque Trump ha reconocido que presionó a Ucrania para que investigara a Biden, ha negado que ese fuera el motivo por el que retuvo la entrega de casi 400 millones de dólares en ayuda militar al país, o por el que dio largas a los intentos del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, de reunirse con él en la Casa Blanca.