Nasr-Azadani, de 26 años, es acusado por el régimen de Teherán de un delito llamado ´moharebeh´, es decir, ´enemistad con Dios´, que conlleva la ejecución en la horca, una pena que ya sufrieron el joven Mohsen Shekari y el luchador Majid Reza Rahnavard, ahorcado en público en la ciudad santa de Mashad por las mismas acusaciones que el futbolista, todo tras un juicio sin garantías.
Hoy, preguntado por si sigue sosteniendo que se debería paralizar el torneo que se está celebrando en Qatar como una forma de presión a Irán, el senador señaló.
Por último, hizo un llamado para impedir ´semejante tropelía´ como es ejecutar, ´en la horca a un futbolista´ por salir en defensa de los derechos de las mujeres, más si cabe cuando el Mundial lo acoge Qatar, ´país que no ha sido precisamente muy respetuoso tampoco con los derechos de las mujeres´.