Maanee chrystal, como se hace llamar en Instagram esta instructora de Yoga originaria de Tailandia, bebe su propia sangre menstrual debido a que la considera sagrada.
Y, aunque asegura que el bienestar en su cuerpo desde que toma la sangre es evidente, sabe que ningún ginecólogo avala sus afirmaciones.
"Cuando comemos carne de algún animal ingerimos su sangre, así que ¿por qué no vamos a tomar la nuestra?"
Pero eso no es ningún problema, pues no ve nada sucio en lo que hace y para ella se trata de algo "hermoso", aunque aconseja que el líquido debe ser de más de tres días, pues se pierden nutrientes y energía vital.
Para llevar a cabo su tratamiento utiliza copas menstruales que le permiten tener contacto con su ciclo de forma natural, analizar de cerca la cantidad, el color y el aspecto del flujo.
De acuerdo con la chica, gracias a la sangre ahora está más viva que nunca y en armonía con su propio ser, se acepta y celebra como es.