La policía de Arizona (Estados Unidos) investiga una agresión sexual en una clínica de Phoenix a una mujer que llevaba una década en estado vegetativo.
Nadie sospechaba que la paciente estuviera sufriendo abusos, tampoco nadie se percató de que se había quedado embarazada hasta que se puso de parto hasta que el 29 de diciembre ella comenzó a gemir y las enfermeras descubrieron que estaba en labor de parto.
La portavoz del centro médico, Nancy Salmon, destacó que no puede comentar nada sobre la investigación ni sobre la paciente debido a las leyes estatales y federales de privacidad, agregando que el hospital está cooperando con “cualquier agencia de forma abierta y transparente”.