Al menos 11 personas murieron la noche del jueves en el incendio de un hospital de Río de Janeiro, en una nueva tragedia que golpea el corazón de la “ciudad maravillosa”.
El siniestro, provocado al parecer por un cortocircuito, se declaró al anochecer del jueves, y un centenar de pacientes fueron evacuados del hospital Badim, en el barrio Tijuca, en medio de escenas de caos.
El director del hospital, Fabio Santoro, indicó que “11 muertes fueron confirmadas” y junto con las autoridades siguen “los esfuerzos para encontrar a un paciente desaparecido”.
En tanto, el Cuerpo de Bomberos de Río mantuvo su balance en “al menos 10 personas fallecidas”, pero al igual que el hospital no precisó si las víctimas eran pacientes o trabajadores.
Santoro indicó que había 103 pacientes en el edificio cuando ocurrió la tragedia, de los cuales “77 siguen internados” en otras dos instituciones médicas de la ciudad y 14 más “ya están en sus casas”.
Decenas de familiares acudieron esta mañana al hospital, donde las llamas se controlaron después de casi tres horas de incendio y caos. Recién en la madrugada del viernes los bomberos concluyeron las operaciones de rescate de cuerpos de entre los escombros.
Informaciones preliminares del hospital indican que el fuego se inició a raíz de “un cortocircuito en el generador” de uno de los edificios del complejo médico privado.
El comisario Roberto Ramos indicó que se recuperaron las grabaciones con “imágenes de cámaras del circuito interno” para determinar el origen del fuego en el área donde está el generador.
Un hospital en la calle
Durante varias horas el caos se apoderó del lugar. Una densa columna de humo negro se alzó por un costado de uno de los edificios, en tanto que enfermeras, médicos y voluntarios corrían para evacuar a los pacientes.
Teresa Dias, de 58 años, se encontraba en el tercer piso de uno de los edificios nuevos del hospital, donde su padre estaba internado. “El médico llegó pidiendo que evacuáramos lo más rápido posible porque había un incendio”, relató.
“Pusieron a mi padre en una silla, lo ataron para evitar el riesgo de que se cayera y varios hombres lo bajaron por las escaleras”, al igual que “a muchos pacientes”, contó Teresa.
“Fue muy rápida la atención” para evacuar, agregó, precisando que solo vio “mucho humo” cuando llegó a la calle, donde colchones y camillas fueron colocados sobre el asfalto.
Las ambulancias se abrían paso entre el personal médico y la multitud de curiosos para trasladar a los pacientes a otros centros hospitalarios.
“El vidrio cayendo parecía un disparo; pensé que era un asalto. Y cuando escuché a todo el mundo gritar, bajé para ver lo que estaba ocurriendo. Vi mucho humo y escuché gritos fuertes. Los bomberos llegaron rapidito”, afirmó Terezinha Machado, una vecina de 76 años.
Según los bomberos, el hospital tenía los certificados de seguridad expedidos por el propio cuerpo.
¿Acto de sabotaje?
Durante una visita este viernes, el alcalde de Rio, Marcelo Crivella, confirmó que el hospital Badim “tenía todos los equipos” necesarios y que las “investigaciones determinarán si hubo o no responsables”.
“Es necesario ver si no hubo sabotajes, es una cosa que tiene que ser investigada. ¿Un motor que genera energía se incendia? El fuego viene de la imprudencia de alguien (…) o de algún cortocircuito eléctrico”, afirmó Crivella, citado por el diario Extra.
La dirección del hospital indicó que “los familiares de los pacientes y trabajadores involucrados” en el incendio “recibieron atención del comité de apoyo del hospital, inclusive de una asistente social”.