Las mujeres embarazadas que quieran abortar en Hungría deberán ser confrontadas a las “funciones vitales” del feto, según un decreto publicado el lunes.
El aborto en Hungría es legal desde los años 1950, en la mayoría de casos hasta la 12º semana de embarazo.El partido de extrema derecha Mi Hazank, que propuso la iniciativa, acogió con satisfacción el hecho de que “las madres vayan a escuchar el latido del feto”, aunque el texto no lo diga explícitamente.
La ONG Amnistía Internacional calificó esta medida como un “preocupante retroceso”. Esta decisión, tomada “sin ninguna consulta”, hará “más difícil el acceso al aborto” y “traumatizará aún más a las mujeres que ya se encuentran en situaciones difíciles”, declaró a AFP su portavoz Aron Demeter.