Al sur de Siberia, un hombre logró repeler el ataque de un oso de una manera peculiar.
Nikolái Ígrit, de 29 años, y dos amigos fueron a la Reserva Natural de Jutinski para recoger cuernos de reno caídos. Los hombres se separaron y fue entonces cuando un imponente úrsido atacó repentinamente a Nikolái.
Este último gritó entonces para asustar al animal, pero no funcionó y el oso le mordió en la cara. Nikolái, sin embargo, tuvo reflejos y mordió la lengua de su atacante, lo que le hizo retirarse.
Nikolái fue trasladado a un hospital en Kizil, la capital de la república. Irónicamente, él y sus compañeros son ahora objeto de un proceso penal por hacer fuego en el bosque sin permiso.