"El 22 de febrero viajé a Madrid con destino a Milán pero no pude ingresar y el 6 de marzo volví a Uruguay. Pregunté si había alguna medida en el aeropuerto porque venía de Europa y me dijeron que no. Ese mismo día almorcé con mi madre de 84 años y de noche fui a una boda con 500 personas", contó Carmela, una de las cuatro personas diagnosticadas con coronavirus en Uruguay y aclaró que en ese momento no tenía síntomas de ningún tipo.
Desde su casa en Montevideo, Carmela dijo que el domingo 8 comenzó a sentirse mal.
"Empecé a estar ronca y pensé que no era nada, tengo problema de reflujo y lo relacioné con eso", sostuvo.
Cuando tuvo fiebre fue que se preocupó. "Empecé con vómitos, llamé a médico a domicilio y me diagnosticaron broncoespasmo", contó.
La doctora sugirió internarla, pero Carmela consideró que podía tener coronavirus y decidió no hacerlo para evitar contagiar a terceros.
"No me querían indicar el examen. Decían que no era un caso grave", relató. Luego logró convencer a su médico personal para que le hicieran el test de coronavirus. "Me hicieron dos muestras el mismo lunes", contó y agregó que no las mandaron a analizar.
"El Ministerio de Salud Pública uruguayo (MSP), consideró que el caso no era para ser estudiado en un principio, que no era una paciente grave", agregó
En estos momentos la mujer no tiene fiebre y se encuentra con tratamiento. "Yo cuidé a todos los uruguayos. Estaba desesperada. Desde el domingo insistí que me mandaran ya el estudio. Desde el domingo estoy sola aquí encerrada", remató.