El estudiante de psicología de 21 años, Gustavo Gatica fue herido por balines de la policía en sus dos ojos el 8 de noviembre, en algún momento entre las 18:07 y las 18:27 horas, en las calles de Santiago de Chile, mientras fotografiaba las protestas.
Esta semana, el martes 26 de noviembre, se supo que quedó ciego. Es el más grave de los más de 200 casos de lesiones oculares ocurridas durante las movilizaciones masivas que sacuden al país sudamericano desde el 18 de octubre.
Las heridas de Gatica son consecuencia de la brutalidad de los Carabineros desatada en las manifestaciones contra el gobierno de Sebastián Piñera. Los Carabineros aparentemente, tenían orden de tirar a las cabezas de los manifestantes,
Mientras toda la sociedad pide justicia, sus compañeros de facultad estudian braille para facilitarle el regreso a las clases y su familia asegura que lo más doloroso sería que las marchas no modifiquen la realidad del país.
El mismo día que un médico dijo que Gatica quedó ciego, otra chilena, Fabiola Campillay, de 36 años, recibió el impacto en el rostro de una bomba lacrimógena de la policía mientras se dirigía al trabajo. Según informó el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), la mujer también perdió la visión en ambos ojos.