Esta semana, Finlandia finalmente entró a la fase decisiva sobre su posible ingreso a la OTAN, algo que se consideraba imposible hace tan solo 2 meses, previo a la invasión rusa a Ucrania, se tomará una decisión definitiva probablemente en junio.
El gobierno del país nórdico tiene previsto publicar, en principio el jueves, un "libro blanco" sobre la seguridad del país y las consecuencias de las acciones recientes de su vecino ruso.
Este estudio estratégico, encargado a principios de marzo, será el punto de partida de un debate en el Parlamento de varias semanas.
Igual que Finlandia, Suecia también está estudiando la cuestión de su entrada en la OTAN.
Mantendremos conversaciones muy prudentes, pero no nos tomaremos más tiempo del necesario", dijo el viernes la primera ministra Sanna Marin.
Creo que habremos terminado nuestro debate a finales de junio", agregó la dirigente socialdemócrata.
Se espera que la decisión esté lista antes de la cumbre de la OTAN que se celebrará en Madrid a finales de junio.
Intensas consultas
En las últimas semanas, Finlandia ha mantenido consultas con casi todos los 30 miembros de la OTAN.
Igual que su vecina Suecia, el país obtuvo claras garantías del Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, de que la puerta estaba abierta y recogió numerosas muestras de apoyo, desde Estados Unidos hasta Alemania, pasando por Francia y el Reino Unido.
El cambio en la opinión pública ha sido espectacular: las encuestas sugieren ahora que un 60% de los finlandeses está a favor de la adhesión, el doble que antes de la guerra de Ucrania.
El porcentaje de los que están en contra ha bajado a cerca del 20%.
Aunque no todos se han pronunciado, también hay una clara mayoría a favor de la OTAN entre los diputados.
Vladimir Putin, que justificó la invasión de Ucrania por la ampliación de la OTAN, podría encontrarse con una frontera de mil 340 kilómetros con la alianza militar occidental.
"Graves consecuencias"
Moscú amenaza regularmente a Finlandia y Suecia con "graves consecuencias políticas y militares" si se une a la OTAN, una advertencia que se ha repetido en las últimas semanas.
El presidente finlandés, Sauli Niinistö, reconoció a finales de marzo que una candidatura de la OTAN podría provocar respuestas "impetuosas" por parte de Rusia (los sitios web del gobierno fueron blanco de ciberataques el viernes).
Según el ministro de Relaciones Exteriores finlandés, Pekka Haavisto, la OTAN considera que tardaría entre cuatro y doce meses en finalizar la adhesión.
En teoría, Finlandia (5.5 millones de habitantes) es un muy buen candidato, con un número récord de reservistas.
Tras encargar 64 cazas F-35 estadunidenses a finales de 2021, el país acaba de aprobar un aumento del 40% de su presupuesto militar de aquí a 2026 y estará muy por encima del 2% del PIN recomendado por la OTAN.
Finlandia, que fue un gran ducado ruso hasta su independencia en 1917, fue invadida por la Unión Soviética en 1939 una guerra de tres meses con una feroz resistencia que ha provocado paralelismos con la guerra de Ucrania.
Tras una nueva guerra (1941-1944) contra los soviéticos, el país nórdico fue sometido a una neutralidad forzada durante toda la Guerra Fría, la llamada "dinamización" bajo estrecha supervisan de Moscú.
Solo en la década de 1990 se incorporó a la Unión Europea y se convirtió en socio de la OTAN.
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