Rusia es el país número 13 en exportaciones de acuerdo con The Observatory of Economic Complexity (OEC). Dichas exportaciones incluyen, principalmente, productos como aceites crudos, gas, cereales y hasta pescado. Por su parte, Ucrania es el país número 46 en exportaciones, las cuales se enfocan en aceite de girasol, maíz y trigo, de acuerdo con OEC. En ese sentido, Latinoamérica se ha visto afectada en cuanto a las importaciones de ambos países. El incremento de precios y el desabastecimiento de las materias primas han sido de gran preocupación para la región porque desalienta las proyecciones de crecimiento económico.
Igualmente, ambos países exportan insumos referentes al acero, fertilizante, madera, minerales y otros metales. Respecto a los fertilizantes, el 20 por ciento de las importaciones en Latinoamérica provienen de Rusia y Ucrania, de acuerdo con datos proporcionados a por la EAE Bussiness School.
Así pues, países como Colombia, Perú y México tendrían escasez de los materiales previamente citados. De igual manera, las exportaciones desde Latinoamérica a ambos países están teniendo un detrimento, especialmente en cárnicos y lácteos.
El conflicto ruso-ucraniano estaría provocando así una mayor inflación e incluso, una probable desaceleración del Producto Interno Bruto en cada país, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Ello significaría un retroceso a la reactivación económica global que se estaba suscitando por la vacunación contra la pandemia de la Covid-19, la cual desestabilizó la economía mundial.
Según el analista económico de la EAE Business School, Juan Carlos Higueras, la inflación acelerada y el retiro de políticas de estímulo monetario provocarían la fuga de capitales hacia Estados Unidos. Según Higueras, los inversores estadounidenses maximizan la rentabilidad y riesgo en el contexto actual.
Empero, algunos sectores que han visto su oferta afectada, observarán en el corto plazo una mejora en su situación, de acuerdo con el experto. Entre estas áreas se encuentran la industria minera en Chile, el sector petrolero en Venezuela y la industria agroalimentaria en Argentina, Brasil y Colombia .
Por su parte, el e xminsitro de Minas y Energía de Colombia, Amylkar Acosta, aseguró que el incremento de precios de carbón, níquel y petróleo ha beneficiado al país sudamericano. Además, de acuerdo con el exminsitro, las afectaciones relacionados con los precios de fertilizantes llegarán pronto a Latinoamérica.
De igual forma, Jorge Bedolla, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia, comentó que si continúan los precios altos, los productores difícilmente se podrán mantener en el mercado. Esto traería como consecuencia una disminución en la oferta, lo cual podría afectar el ciclo inflacionario del segundo semestre del 2022.
Relacionado a lo anterior, el docente explicó que la crisis ruso-ucraniana presentaría a Latinoamérica la oportunidad de exportar materias primas y minerales a Estados Unidos y Europa. De esa manera, esas naciones podrían aumentar su producción de petróleo o de materias primas, ya sean agrícolas o minerales.
Finalmente, Higueras culpabilizó al conflicto entre Rusia y Ucrania por el aumento de precios de ciertos productos a nivel mundial. Sin embargo, apuntó que estas son situaciones que deben ser gestionadas propiamente por los gobiernos en Lationoamérica, los cuales deberían resolver la caída en las exportaciones de la región.