Exactamente 13 años después de la desaparición de Megan Shultz, su esposo Keith Comfort confesó ser culpable de su asesinato y de haber tirado su cuerpo en un contenedor de basura.
El pasado domingo, Comfort entró al Departamento de Policía del Lake Geneva, en Wisconsin, y confesó de forma voluntaria el asesinato.
El fiscal de condado, Dan Knight, comentó al respecto que fue algo muy inusual.
“Las circunstancias en las que alguien entra en una estación de policía y acepta la responsabilidad 13 años después […] Eso es inusual”.
El 4 de agosto de 2006, en el condado Boone de Missouri, Comfort y Shultz tuvieron una gran discusión, que finalizó cuando el hombre se abalanzó hacia la mujer para ahorcarla con sus manos.
Después, metió el cuerpo de Shultz a una bolsa para dejarlo en un contenedor de basura. Comfort denunció a su esposa como desaparecida un día después, cuando su suegra preguntó por ella.
Al respecto, la madre de la víctima, Debra Schultz, comentó que Keith era un joven muy problemático.“Keith se redujo a un arte: mentir y sonreír”.
Cuando pasaron tres semanas de su “desaparición”, Comfort solicitó el divorcio y se mudó al estado de Wisconsin.
Tras su declaración, se encuentra detenido en espera de ser extraditado a Missouri, donde lo procesarían por asesinato