Estados Unidos y aliados analizan buscar la manera de limitar el precio de venta del petróleo ruso entre 40 y 60 dólares por barril, según autoridades familiarizadas con el asunto.
Estos aliados ya han estado explorando varias formas de limitar los ingresos petroleros de Rusia mientras minimizan el impacto en sus propias economías, esto en las discusiones que comenzaron en el período previo a la cumbre del Grupo de los Siete.
En la cumbre en Alemania del pasado 28 de junio, los líderes acordaron explorar opciones para limitar los precios al eliminar los seguros y servicios de transporte necesarios para mover productos derivados del petróleo ruso a menos que el petróleo se adquiera debajo del precio acordado.
Todo apunta que dependerá de las condiciones del mercado cuando se acuerde un tope y estas podrían cambiar significativamente. Antes de la caída en los precios del petróleo del lunes, el crudo ruso se cotizaba alrededor de los 80 dólares por barril. Sin embargo, la información sobre las transacciones en los barriles de la nación liderada por Vladimir Putin se ha vuelto menos conocida después de la invasión a Ucrania.
La administración del presidente Joe Biden considera que un tope de 40 dólares es demasiado bajo, dijeron dos de las personas. Buscan el objetivo de recortar los ingresos de Moscú por su guerra en Ucrania, pero el riesgo es que las medidas mal ejecutadas provoquen un aumento en los precios del petróleo.
Hasta el momento, la administración de EU se ha alejado del despliegue de sanciones secundarias extraterritoriales para hacer cumplir las restricciones impuestas a Rusia y tales medidas suelen ser vistas con preocupación entre algunos aliados europeos. Su uso de un límite de precio al petróleo es probablemente una medida de último recurso, según informan.
Por otro lado, funcionarios de la administración de Biden han realizado varias reuniones a la semana sobre el tope de precios, tratando de convertirlo en una realidad, de acuerdo con un funcionario. El esfuerzo se intensificará en las próximas semanas, apuntó.
Los portavoces del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca no comentaron de inmediato sobre las discusiones.
Los límites máximos del petróleo recibieron una mención en el comunicado del G-7, hay mucho escepticismo de que se llegue a un acuerdo en el futuro cercano, ya que la idea aún debe desarrollarse y hay una serie de obstáculos. Aún continúan las discusiones para tratar de concretar una propuesta concreta.
Un gran problema seria que el mecanismo requeriría que la Unión Europea introduzca exenciones a las sanciones que el bloque adoptó a principios de junio cuando se acordó una prohibición total de esos servicios después de superar semanas de intensas negociaciones entre los estados miembros.
Las sanciones de la UE requieren la unanimidad y el respaldo de los 27 estados miembros. Reino Unido también está listo para introducir restricciones a sus aseguradoras y proveedores de servicios, comentó una de las personas familiarizadas.
A la EU le preocupa que la prohibición europea tal como está, que en el caso de la UE comienza a entrar en vigor a finales de año, pueda contribuir a que los precios del petróleo se disparen aún más, hasta 185 dólares el barril según algunas estimaciones, lo que potencialmente podría conducir a una recesión global, dijeron las personas.
Se destaca que Reino Unido junto con la UE cubre la mayor parte del mercado mundial de seguros y Rusia tendría dificultades para mover su producto sin acceso a esos servicios.
Los países del G-7 y la UE acordaron eliminar gradualmente la importación de petróleo ruso, pero mientras lo hacían, Moscú logró aumentar las exportaciones a otros compradores a un precio reducido. Rusia todavía está recibiendo más de 600 millones de dólares al día por la venta de petróleo, aún cuando varias naciones evitan comprarles suministros.
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