El Gobierno del presidente Trump demandó el martes a Google en lo que constituye el caso antimonopolio más grande contra una empresa de tecnología en más de dos décadas.
En su demanda, el Departamento de Justicia (DOJ, por sus siglas en inglés) hace acusaciones aplastantes en el sentido de que Google ha sofocado la competencia para mantener su poderosa posición en el mercado de búsquedas en línea y publicidad basada en búsquedas.
Once estados (Arkansas, Florida, Georgia, Indiana, Kentucky, Louisiana, Mississippi, Missouri, Montana, Carolina del Sur y Texas) se unieron a la demanda, según el documento.
La denuncia alega en parte que Google paga miles de millones de dólares al año a fabricantes de dispositivos como Apple, LG, Motorola y Samsung y a desarrolladores de navegadores como Mozilla y Opera para ser su motor de búsqueda predeterminado. Y, en muchos casos, para prohibirles tratar con los competidores de Google. Como resultado, «Google posee efectivamente o controla los canales de distribución de búsqueda que representan aproximadamente el 80% de las consultas de búsqueda generales en Estados Unidos».
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