Una nueva esperanza ha surgido en el mundo al existir la posibilidad de poder erradicar el VIH-Sida.
Por primera vez en cuatro décadas desde que apareció el primer caso del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), la comunidad científica internacional vislumbra una candidata a vacuna para prevenir esta enfermedad, que ha matado a 20 millones de personas y 60 millones contagiadas, de acuerdo con estadísticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Estudio Mosaico es un ensayo clínico de fase 3 y está llevándose simultáneamente en 57 centros de investigación en ocho países, entre ellos en México, en la Clínica Condesa-Iztapalapa y en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), en la Ciudad de México, y en Guadalajara y Mérida.
María Eugenia Zghaib, coordinadora del Estudio Mosaico, declaró que existen buenos pronósticos para que esta vacuna, cuyo fabricante es Janssen Vacunas y que cuenta con la alianza de HIV Vaccine Trials Network (Red de Ensayos de Vacunas contra el VIH), logre la prevención de la enfermedad y en 2024 pueda ser una realidad en el mercado.
"Es la primera vez en 40 años que se lleva haciendo investigación, desde que inició la pandemia de VIH-Sida, que un prospecto a vacuna llegue a fase 3 de investigación. Parece que puede ser la que finalmente salga al mercado, aunque evidentemente hay que esperar los resultados del ensayo de Mosaico”, señaló.
La médica tratante explicó que en México comenzó el estudio en noviembre del 2020 y se aplica a hombres, mujeres transgenero y hombres transgénero, que sostienen relaciones con otros hombres, al ser las poblaciones más vulnerables a la infección.
Destacó que en el caso de la Clínica Condesa, la mitad de los voluntarios son médicos, químicos y profesionales de la salud.
"Nos da muchísimo gusto porque se ve que a quien le interesó más fue a la comunidad científica, que siendo quienes tienen más información también están queriendo colaborar con la ciencia”, celebró.
La especialista en VIH-Sida consideró que a lo largo de tantos años, el estilo de vida o las prácticas sexuales son las más difíciles de cambiar, por ello, aunque la vacuna es prometedora, debe seguirse enfocando la lucha contra esta enfermedad en la prevención y diagnósticos oportunos.