Madres y padres en Estados Unidos temen que la alimentación de sus bebés se vea “interrumpida”, debido a la escasez de leche de fórmula. El panorama es considerado catastrófico, pues el desabasto ya alcanzó 43 por ciento; 10 por ciento más que el promedio en abril.
La desesperación ha provocado que los estadounidenses paguen hasta el doble del costo por una lata, o incluso que viajen a México para conseguir el producto, según la Arizona State University (ASU).
Uno de los principales obstáculos para las madres estadounidenses es que el país no proporciona condiciones para que amamanten a sus hijos, incluso si lo desean, por lo que muchas no tienen opción si carecen de una licencia por maternidad. Incluso, el tema de la lactancia es más complicado para madres afroamericanas.
Ante la situación, la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) prevé incrementar las importaciones desde México, Chile, Irlanda y Países Bajos.
La FDA informó que EU distribuirá 1.25 millones de latas de fórmula en un esfuerzo por disminuir la escasez.
Contrario a lo que se especulaba, en el primer año de la pandemia se reportó la peor caída de la tasa de natalidad en EU en casi 50 años.
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