El presidente Vladimir Putin afirmó ayer que el mundo afronta el decenio "más peligroso e impredecible" desde la II Guerra Mundial y que Rusia, en plena ofensiva militar en Ucrania, luchaba por su "derecho a existir" ante potencias occidentales que tratan "desesperadamente" de mantener su hegemonía.
"Rusia no está desafiando a las élites occidentales, sólo está tratando de defender su derecho a existir, mientras ellas pretenden borrarnos del mapa", afirmó.
En medio de las batallas, un alto funcionario ruso advirtió que los satélites comerciales occidentales usados con fines de apoyo militar a Ucrania serán un "objetivo legítimo para un ataque de represalia".
Ante esta declaración, Washington avisó al Kremlin que habrá consecuencias si se realizan las agresiones.
De concretarse, la amenaza aumentaría inevitablemente el temor a una escalada del conflicto, que ya lleva ocho meses.
No mencionó ninguna empresa en concreto, aunque Elon Musk dijo a principios de este mes que su empresa de cohetes SpaceX seguiría financiando su servicio de Internet Starlink en Ucrania.
El Presidente ruso también indicó que Occidente, cegado por el colonialismo, había contribuido a incitar el conflicto en Ucrania y estaba tratando de avivar una crisis sobre Taiwán, en un intento de imponer un dominio mundial.
DESCARTA ATAQUE NUCLEAREl líder del Kremlin descartó ayer un posible ataque nuclear preventivo contra Ucrania u Occidente, en respuesta a los presuntos planes de utilizar armas de destrucción masiva en el marco de la actual campaña militar en el país vecino.
Admitió que "mientras haya armas nucleares, siempre existirá el peligro de su uso", pero recordó que fue EU el único país en usar la bomba atómica contra otro Estado no atómico, Japón.
Finalmente, Rusia pidió al Consejo de Seguridad de la ONU abrir una investigación por el supuesto desarrollo de armas biológicas estadounidenses en Ucrania.