Hay un vendedor ambulante en Vietnam que parece estar por encima de su extensa competencia. La principal razón es que es tan adorable que probablemente sería capaz de persuadir al comprador más exigente para que compre arena del desierto o agua salada.
Es un gato de tres años. Su dueño vietnamita, Le Quoc Phong, lo llama ‘Dog’ porque actúa como si de verdad fuera un perro. Y como un verdadero hombre de negocios tiene lo necesario para captar la atención de sus compradores. El gato tiene algo que nadie puede ignorar si pasa cerca de su puesto de pescado: el llamativo disfraz amarillo con pay pay y la expresión facial un tanto peculiar.
Las imágenes del gato vendiendo pescado no sólo han sido noticia y se han popularizado en Vietnam, Tailandia o China, sino que comunidades de diferentes redes sociales han caído rendidos ante el aspecto del animal disfrazado y su reciente negocio en el mercado.