Los dispositivos wearable son cada día más comunes, sobre todo en forma de smartwatches o seguidores de actividad deportiva. Mediante estos dispositivos vestibles es posible monitorear el bienestar de las personas mediante la medición de la frecuencia cardiaca, el movimiento e incluso los niveles de oxígeno en sangre. Gracias a los avances en esta tecnología, muchos investigadores creen que los dispositivos wearable podrían ayudar a diagnosticar y tratar enfermedades agudas y crónicas, incluida la Covid-19.
Durante la duración de la pandemia, distintos estudios se han llevado a cabo sobre la utilidad de los dispositivos wearable para la detección de la Covid-19, con resultados esperanzadores. Según un estudio publicado en noviembre de 2020 en Nature biomedical engineering, datos recolectados de dispositivos vestibles como el ritmo cardiaco, el número diario de pasos y los tiempos de sueño pueden detectar casos presintomáticos de Covid-19. De los 5 mil participantes del estudio, el 81% de quienes obtuvieron una prueba positiva de coronavirus fueron identificados en la etapa presintomática mediante sus dispositivos wearable, señala la investigación.
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Otro estudio, publicado en Nature medicine, también encontró que, al utilizar datos similares de wearables, aunados a un autoinforme de síntomas, es posible detectar la Covid-19. Los investigadores encontraron, una combinación de datos autoreportados de síntomas y de los sensores de dispositivos vestibles dio como resultado un rendimiento significativamente mayor comparado con modelos los cuales consideran síntomas únicamente. Dichos datos capturados continua y pasivamente pueden ser complementarios a las pruebas de virus, pruebas generalmente únicas o poco frecuentes, aseguraron los investigadores.
Sin embargo, una revisión de estudios sobre el uso de wearables para la detección de la Covid-19 señala que estudios anteriores, aunque prometedores, son limitados por varias razones. Entre ellas destaca la incapacidad de distinguir entre Covid-19 y otras infecciones virales similares, además de posibles sesgos debido a una mayor accesibilidad a dispositivos en las comunidades de mayores ingresos. Señalan, además, la necesidad de disponer de grandes cantidades de datos para realizar análisis precisos, dificultando el diagnóstico de nuevos patógenos.
Pese a esto, los autores de esta revisión publicada en Nature electronics proponen el uso de una red de dispositivos wearable para aumentar significativamente la posibilidad de detectar Covid-19. Actualmente, señalan, existe una amplia gama de dispositivos de bajo costo en desarrollo, con la capacidad de realizar varias medidas físicas. Entre estos se encuentra ropa capaz de detectar ciertas moléculas o biomarcadores presentes en el sudor, cubrebocas para analizar el aliento y detectar enfermedades de transmisión aérea.
También existen lentes de contacto para medir la presión ocular y tatuajes que cambian de color en presencia de determinados biomarcadores, como la glucosa, ciertas hormonas o el pH del cuerpo. El uso de varios de estos wearables en conjunto podría ayudar a obtener una imagen más clara de la salud de un paciente para diagnosticar y tratar enfermedades agudas o crónicas.
Conforme avance el desarrollo de estos dispositivos wearable y el acceso a ellos sea más amplio, el d iagnóstico y tratamiento de enfermedades crónicas y agudas, como la Covid-19, será una realidad. Mientras tanto, los investigadores trabajan en evaluar el desempeño de los dispositivos vestibles actuales para, en un futuro cercano, monitorear la salud de sus pacientes a través de tatuajes, ropa y cubrebocas inteligentes.