Dina Boluarte se convirtió este miércoles en la primera presidenta de Perú, tras la destitución y detención de Pedro Castillo por "incapacidad moral".
Boluarte Zegarra, quien era la vicepresidenta de Perú hasta esta mañana, rindió protesta ante el Congreso de la nación andina, convirtiéndose en la primera presidenta de ese país.
Tras rendir protesta, Dina Boluarte emitió su primer mensaje como mandataria en el que llamó a la unidad.
Este es el primer mensaje de Dina Boluarte como presienta de Perú
Como todos conocemos se ha producido un intento de golpe de estado, una impronta promovida por el señor Pedro Castillo, que no ha encontrado eco en las instituciones de la democracia y en la calle, este congreso de la República atendiendo al mandato constitucional ha tomado una decisión y es mi deber actuar en consecuencia.
Convocó por ello a un amplio proceso de diálogo entre todas las fuerzas políticas representadas o no en el congreso, es imprescindible retomar la agenda del crecimiento económico con inclusión social del empleo digno, de la atención de emergencia para los sectores vulnerables, de pleno respeto de los derechos fundamentales, de los ciudadanos y ciudadanas.
Y también de manera impostergable de la reforma política que nuestro país requiere urgentemente.
He visto con repulsión como la prensa y los organismos jurisdiccionales han dado cuenta de vergonzosos actos, del patrocinio en contra del dinero de todos los peruanos, este cáncer se debe extirpar de raíz.
Por ello mi primera medida será solicitar el apoyo de la fiscalía de la nación, de la Procuraduría pública para ingresar sin medias tintas a las estructuras corrompidas por las mafias al interior del Estado y se impulsen investigaciones y sanciones rápidas.
Señoras y señores, necesitamos a los mejores peruanos, gobernar el Perú no será tarea fácil, tendremos que constituir un gabinete de todas las sangres, donde están representadas todas las fuerzas democráticas para que juntos podamos sacar a nuestra patria adelante.
Yo soy del país profundo, nací y crecí en un pueblito del Perú, soy la última hija de una numerosa familia, una familia que vivió en la precariedad y creció en el afecto de mis padres, aprendí el trabajo y la lealtad.
Ofrezco por eso hoy ante este magno poder del Estado, arduo trabajo para hacer un país viable y reafirmo mi lealtad a la Constitución y a las leyes de la República y al pueblo peruano.