Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona han participado en una investigación que ha descubierto el origen de una infección microbiana que puede llegar a ser mortal y abre la puerta a encontrar un tratamiento que contrarrestar a tiempo la virulencia de la fascitis necrosante.
Esta infección está causada por la bacteria Aeromonas hydrophila, que se puede encontrar en el agua y, si se ingiere por vía oral, a veces provoca alteraciones gastrointestinales que se resuelven con antibióticos.
Pero cuando esta bacteria acuática penetra en el organismo a través de algún tejido, como una herida, da lugar a una fascitis necrotizante, una infección grave que ataca los tejidos y en pocas horas puede llegar a provocar incluso la muerte del paciente.
Las investigadoras Ana Fernández y María José Figueras, del Departamento de Ciencias Médicas Básicas de la URV, en colaboración con la Universidad de Texas (EEUU), han descubierto, en modelos animales, por qué en algunos casos esta bacteria puede tener unas consecuencias letales.
Estudios anteriores ya habían demostrado que estas infecciones que progresan de forma tan rápida y no responden al tratamiento muchas veces son causadas por una interacción entre varios microorganismos.
En un estudio previo de fascitis necrosante, descubrieron que las responsables de la virulencia de esta enfermedad eran dos cepas de la bacteria Aeromonas hydrophila, genéticamente diferentes, pero esta diferencia no la percibían las técnicas diagnósticas actuales, que atribuían la infección, erróneamente, a un origen monomicrobiano.
Ahora, esta investigación, que publica la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), se ha centrado en hacer mutaciones de las dos cepas de la bacteria (llamadas NF1 y NF2) e inocular la infección para ver la respuesta de cada cepa en infecciones mixtas -en la que intervienen las dos- y cuando actúan de forma individual, así como el papel de estos factores de virulencia en el desarrollo de la enfermedad.
Para observar el rol de los factores de virulencia de las cepas cuando provocan infección, los investigadores hicieron cultivos celulares y en ratones.
Así, vieron que, cuando los microbios de una misma especie interaccionan, modulan la progresión de la infección y afectan a la manera en que las cepas interaccionan entre ellas.
"Identificar y conocer cómo actúan los dos genes que provocan la reacción más agresiva de la infección por Aeromonas hyrophila permitirá en un futuro encontrar terapias que ataquen la infección", ha concluido Ana Fernández.