Este lunes una mujer será juzgada por mantener en cautiverio, dentro de la cajuela de su auto, a una de sus hijas durante dos años .
El caso se dio a conocer en 2013 cuando Rosa-María da Cruz, madre de la niña, llevó el coche a un taller mecánico.
El mecánico, alertado por ruidos extraños, descubrió una "escena de terror" y contó que al abrir el maletero vio a una niña cubierta de excrementos, incapaz de mantener la cabeza erguida, "pálida como un fantasma".
De acuerdo con las autoridades, pudo haber muerto de asfixia si se tardaban en encontrarla más de 30 minutos.
A cinco años del ´Caso Serena´, la niña tiene secuelas permanentes. Según un examen realizado en 2016, la pequeña tiene un déficit funcional de 80% y un autismo probablemente irreversible.
La Policía de Francia detuvo a la mujer y a su esposo para ser interrogados. El padre, que afirmó que no estaba al tanto del embarazo de su mujer ni de la presencia del bebé en el vehículo fue liberado. «Ningún elemento demostró que estaba al tanto», concluyeron los investigadores.
El matrimonio tiene otros tres hijos los cuales permanecen con su padre. La madre podría ser sentenciada con hasta 20 años de cárcel.
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