Programa Buy American, de la fórmula Biden-Harris propuesto durante la campaña presidencial, pretende impulsar una agenda económica profundamente nacionalista. Aunque fue parte de la política impulsada por su antecesor Donald Trump, los planes proteccionistas seguirán en la agenda política del nuevo presidente Joe Biden. De esta manera, el presidente ha expresado que pretende atraer a Estados Unidos las cadenas de suministro cruciales para no depender de otros países en futuras crisis.
Buy American Act es una medida nacionalista a favor de la producción interna de Estados Unidos nacida a partir de la Gran Depresión; a grandes rasgos permitía al gobierno de Biden federal priorizar productos fabricados en Estados Unidos para la contratación pública. Esta medida discriminatoria pretende favorecer la producción e inversión estadounidense independientemente de la calidad o precio.
Dichas reglas, serán bajo una inversión de cerca de 400 mil millones de dólares (mdd) para promover la demanda de productos, materiales y servicios estadounidenses. De esta forma, Biden pretende revitalizar los ingresos de fabricantes pequeños y negocios administrados por grupos vulnerados como mujeres y afroamericanos.
En el mismo sentido, se busca invertir 300 mil mdd a través de estos planes en el desarrollo de tecnologías que permitan crear empleos para la manufactura. De esta forma aumentarían las inversiones en el propio territorio, aprovechando los talentos y el potencial de las comunidades de esta nación.
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Aunque el plan guarda diversas similitudes con los planes nacionalistas impulsados por Trump, se pretende favorecer dicho procedimiento, específicamente endureciendo las reglas para adquirir ciertos productos industriales. Ejemplo son las reglas para conseguir acero donde se asegurará la provisión de acero estadounidense para los proyectos federales de infraestructura. Además, se ha propuesto una penalización fiscal a las empresas que decidan externalizar el empleo fuera del territorio estadounidense. Por el otro lado se darán múltiples créditos a las empresas suya producción se realice en el territorio.
Este tipo de normas nacionalistas muchas veces resultan contrarias a los acuerdos de la OMC y Unión Europea sobre las reglas de competencia internacional. Sin embargo, son los planes de la nueva estrategia económica tras la toma de posesión de Joe Biden como presidente del país norteamericano.
Así, los planes nacionalistas por parte de Joe Biden pretenden r educir el consumo de productos hechos en otros países, en especial de China. Las propuestas del presidente demócrata van encaminadas a impulsar la producción interna del país norteamericano. Frases profundamente nacionalistas utilizadas anteriormente como "comprar americano", "hazlo en América" o "suministros de América", seguirán siendo parte de los nuevos planes del nuevo presidente de Estados Unidos.