COVID-19: ¿Cómo disminuir el riesgo de contagio en un evento multitudinario?

Se trata de medidas de Salud Pública

Ir de copas por la noche, asistir a una fiesta nocturna o a un concierto de nuestro grupo favorito junto con unos colegas es algo que no ha sido posible en los últimos meses. No solo muchas personas lo echan en falta. También es un medio de vida y trabajo. Hay quienes, incluso, consideran que forma parte de un derecho que no han podido ejercer.

Todo ello ha sido debido a las intervenciones no farmacológicas (NPI)  puestas en marcha para disminuir en la comunidad la difusión del SARS-CoV-2. Se trata de medidas de Salud Pública, distintas al uso de vacunas o medicamentos, aplicadas en el caso de enfermedades infecciosas.

Estas medidas pueden servir para cortar las cadenas de transmisión y reducir la exposición. Su objetivo es disminuir el número de contactos y proteger a las personas más vulnerables.

En Europa, los artículos publicados han demostrado que las NPI han tenido efecto en la reducción de la transmisión del SARS-CoV-2.

Los eventos masivos se caracterizan  por la concentración de personas en un lugar específico para un propósito determinado durante un período de tiempo limitado.

La realización de estos eventos durante la pandemia de covid-19 tiene el potencial de sobrecargar los recursos de planificación y respuesta del país o comunidad anfitriona.

Se considera que la realización de eventos multitudinarios en espacios cerrados implica un mayor riesgo de transmisión de virus SARS-Cov-2. Ello es porque pueden amplificar la propagación de la enfermedad, debido a la intensidad del contacto y la posible dificultad para mitigar los efectos asociados.

Cómo organizar un concierto sin riesgos

En España, se ha proporcionado un marco para evaluar los riesgos de transmisión de SARS-CoV-2 asociados con eventos o actividades multitudinarias. Se hizo así para permitir la adopción de medidas oportunas que permitieran reducir el riesgo.

Para ello, la valoración epidemiológica debe adecuarse a los posibles cambios en la situación de cada comunidad autónoma, provincia, municipio o unidad territorial en el que se desarrolle el evento. Además, también debe tenerse en cuenta la situación de aquellos lugares de los que se esperan asistentes.

Estas recomendaciones están basadas en documentos elaborados por instituciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS). Describen las consideraciones de planificación clave para los organizadores de eventos que impliquen reuniones masivas en el contexto de la pandemia de covid-19.

Entre los aspectos mencionados a tener en cuenta en este tipo de eventos masivos están:

• La concentración (densidad) de la multitud

• La naturaleza del contacto entre participantes

• La profesión de los participantes y su posible prevalencia de infección o de exposición previa

• El número de participantes provenientes de países o áreas afectadas por COVID-19

• La edad de los participantes

• El tipo o propósito del evento

• La duración

• El modo de viaje de los participantes.