Ningún lugar tiene tanto encanto festivo como la Europa continental. Con su clima gélido y su sensibilidad gótica, el continente, especialmente su región norte, es ideal para quienes buscan un perfecto paraíso invernal en esta época del año.
- Desde Viena, en Austria, hasta Gotemburgo, en Suecia, éstas son las ciudades europeas que celebran la Navidad como ningún otro lugar.
La bella capital austriaca rebosa encanto festivo a finales de año.
Y aunque el imponente árbol de Navidad y el emblemático mercado navideño situado frente al espectacular Rathaus, el Ayuntamiento de Viena, son paradas imprescindibles, el mercado de Spittelberg sube definitivamente la apuesta.
Preciosas artesanías y suéteres hechos a mano son sólo algunas de las delicias que se ofrecen en los puestos festivos situados entre las calles del Barrio Biedermeier. Los visitantes pueden tomar un gluhwein y pasear lentamente, mientras se maravillan de cómo la arquitectura parece hecha a medida para las fiestas.
Tromsø, Noruega
El estatus de Tromso como centro cultural está asegurado desde hace tiempo, con su impresionante Catedral del Ártico como sede de conciertos y eventos regulares.
Pero es durante las fiestas, cuando no hay luz diurna, cuando la ciudad, situada en lo alto del Círculo Polar Ártico, se convierte en una visita obligada.
Las calles se engalanan con luces y los puestos de los mercadillos navideños se extienden por todas partes, incluso junto a la fábrica de cerveza Mack, la más septentrional del mundo.
Los visitantes pueden tomarse una cerveza o un chocolate caliente en Rakettkiosken, en la plaza principal, donde hay una fogata para calentarse, antes de subir al teleférico que sobrevuela la ciudad para ver la aurora boreal.
Colmar, Francia
Hay muchos mercados navideños maravillosos por toda Europa. Pero pocos cautivan tanto la imaginación y el ambiente de cuento de hadas como el de Colmar, en la región francesa de Alsacia.
No menos de seis mercados temáticos se encuentran en el centro, unidos por calles iluminadas, donde se apiñan acogedores chalets de madera. El resultado es realmente extraordinario.
Los miércoles y sábados, hacia las 17:00 horas, un coro de niños recorre el canal local, conocido como Petite Venise (Pequeña Venecia), cantando villancicos y animando aún más las fiestas.
Brujas, Bélgica
El centro medieval de Brujas, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, se llena de edificios que parecen casas de galleta de jengibre una vez que se adornan para la celebración.
Cada año, el festival anual Winter Glow transforma toda la ciudad en una gran celebración festiva.
Hay dos mercados navideños, un sendero de luces y, lo mejor de todo, una pista de hielo flotante en Minnewater, el Lago del Amor.
Todos los visitantes deberían darse el capricho de tomar un delicioso chocolate caliente belga acompañado de un waffle. No hay mejor manera de adentrarse en el espíritu de la temporada.
Rovaniemi, Finlandia
Situada en la Laponia finlandesa, Rovaniemi es magnífica por todo tipo de razones. Las brillantes y maravillosas auroras boreales, las tradiciones del pueblo indígena Sami y el fácil acceso a la increíble cultura finlandesa de las saunas son solo algunas de ellas.
- Sin embargo, a finales de año, la ciudad se deleita con el hecho de ser el hogar de Papá Noel.
Aunque los visitantes pueden ir al pueblo de Papá Noel de Rovaniemi durante todo el año, la combinación de la nieve y el buen humor que se respira en la ciudad cuando se acerca el día de Navidad hace que todo parezca aún más mágico.