Luego de una Navidad sin nieve en gran parte de Canadá, la temporada de deportes de invierno se redujo drásticamente, señal de que el cambio climático altera las tradiciones de los habitantes de este país acostumbrado al frío.
Entrado enero, en el parque Ignace-Bourget de Montreal, los terrenos de hockey no están instalados. En su lugar, obreros aprovechan una jornada con temperaturas bajo cero para aplicar una fina capa de agua encima del hielo en construcción.
Él y su equipo riegan día y noche el hielo para mantener pistas exteriores de patinaje en la ciudad. Pero, casi un mes después de las fiestas de fin de año, la mayoría de los 250 sitios naturales destinados a este deporte siguen cerrados al público.
"Este año se ha hecho más largo de lo habitual para que el frío se instalara", señaló Charles-Antoine Rondeau, habitante de Montreal que atraviesa a pie el parque Jarry, un gran espacio público que normalmente tiene tres pistas de patinaje. Las tres siguen cerradas. "Es una pena, cambia nuestras tradiciones", observa este joven profesor.
Sin poder patinar, Juliette Rougerie sale a correr: "Cuando vemos esto, necesariamente pensamos que está vinculado al cambio climático, y es preocupante, porque ya se ve la diferencia".
- Canadá, que por su situación geográfica y sus temperaturas bajas registra un calentamiento más acelerado que otras regiones del planeta, se ha visto confrontado en los últimos años a eventos meteorológicos extremos cuya intensidad y frecuencia aumentan. En la capital, Ottawa, el invierno suave, el año pasado, impidió por primera vez la apertura de la pista de patinaje del canal Rideau, la mayor del mundo.
"Siempre tendremos inviernos, pero veremos cambiar radicalmente la temporada de (pistas de) patinaje" en el futuro, explicó Mitchell Dickau, de la Universidad Concordia, quien en 2020 publicó un estudio sobre el impacto del cambio climático específicamente en estos sitios de deporte y esparcimiento de Montreal.