Una infidelidad es dolorosa, más cuando no hay señales y todo parece 'perfecto'.
Esto lo sabe bien Betsy Ayala, una mujer de 34 años que un día encontró mensajes de su esposo con otra mujer, ambos se referían a ella como 'vaca' y 'gorda'.
Después de su embarazo en 2013, la mujer llegó a pesar 119 kilos.
Sin embargo, ella creía que su peso no era un problema, pues su marido aseguraba que así le gustaba. Además, todo el tiempo la incitaba a comer comida chatarra.
“Me enteré de que me llamaban vaca por medio de unos mensajes en Facebook. Me destrozaron y mi mundo se derrumbó. Él siempre me dijo que me veía bien, por eso estaba tan devastada cuando lo leí. Se refirieron a mí como ‘vaca’ y ‘gorda’”, dijo Betsy.
De acuerdo con información de People, por su mente pasaron varias venganzas, pero al final decidió la mejor: ponerse en forma.
Lejos de que la infidelidad la destruyera, comenzó a ir a clases de zumba con su hermana, después, se inscribió en el gimnasio e iba 6 veces a la semana. Cambió sus hábitos alimenticios, y sorprendió a todos perdiendo 72 kilos.
Pasó el tiempo, siguió entrenando y actualmente pesa 47 kilos. Se convirtió en entrenadora personal y así de impactante luce:
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