Al menos 62 personas murieron en el ataque aéreo ruso de este sábado sobre un colegio de Belogorovka, en la provincia ucraniana de Lugansk, según denuncia el gobernador civil-militar de la región, Serhii Haidai.
El gobernador militar explicó en su canal en Telegram que el sábado un bombardeo ruso provocó un incendio en el centro educativo y en la Casa de la Cultura de la localidad, según recoge la agencia de noticias ucraniana Ukrinform.
“Lo más probable es que la totalidad de las 60 personas que están bajo los escombros del edificio hayan fallecido. No puede matar a soldados, sino que mata a niños inocentes”, se ha lamentado Haidai. “Estas son las auténticas atrocidades del ‘mundo ruso’: bombardeos sobre una escuela con un refugio antiaéreo, el asesinato de niños”, mencionó.
Las llamas fueron apagadas unas cuatro horas después y fue entonces cuando se descubrieron dos cuerpos entre los escombros. Otras 30 personas fueron sacadas de entre los restos del edificio, siete de ellas heridas. Ya entonces se informó de que probablemente otras 60 personas habrían perecido bajo el edificio.
Haidai había alertado previamente de la intención de las fuerzas rusas de “provocar deliberadamente una hambruna” en Lugansk con fuertes ataques contra almacenes de alimentos y el sistema de abastecimiento de agua.
También destacó el pasado martes que la situación cambiaría en un plazo de dos semanas gracias a las medidas adoptadas por los aliados occidentales de Ucrania. “Para la ocupación rusa solo irá a peor”, dijo.
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