La masacre de ocho menores en un bombardeo militar contra disidentes de las FARC en el departamento colombiano del Caquetá, ocultada durante dos meses por las autoridades y revelada por un senador causa conmoción en el país y tiene al borde del abismo al ministro de Defensa, Guillermo Botero.
La denuncia la hizo el martes Roy Barreras, senador del Partido de la Unidad Nacional que fue sustento del Gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2018), durante un debate de moción de censura contra Botero, a quien acusó de ocultar a los colombianos que en una operación militar en septiembre pasado "bombardeó a niños".
Tan grave es la acusación que el director ejecutivo para las Américas de la ONG Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, pidió al ministro "una respuesta seria a los colombianos sobre esta denuncia".
"La Fiscalía debe iniciar una investigación para determinar si el Ejército lanzó un ataque a pesar de que podía haber previsto que muertes de civiles serían excesivas", dijo Vivanco en Twitter.
En respuesta a las acusaciones, Botero aseguró este miércoles que "todas las operaciones militares están precedidas de una fase de planeamiento denominada 'Proceso militar de toma de decisiones'".
Esa figura, detalló, se implementó en todas las Fuerzas Militares desde 2008 "por mandato de la política integral de DD.HH. y del Derecho Internacional Humanitario del Ministerio de Defensa", por lo que calificó la denuncia del congresista como "tergiversada" y "especulativa".