Al menos 15 civiles murieron hoy cuando el autobús en el que viajaban pisó una mina oculta en una carretera en la región de Mopti, en el centro de Mali, según informaron a Efe fuentes de seguridad.
El incidente ocurrió entre las localidades de Douentza y Boni y causó además una decena de heridos, entre los cuales hay algunos en estado grave.
Otras fuentes locales subrayaron que los equipos de rescate llegaron tarde al lugar del siniestro debido al mal estado de las carreteras y la falta de equipamientos de urgencias.
Las minas antipersonas están diseminadas en extensas zonas en el centro y norte de Mali, y los civiles de estas regiones denuncian a menudo la amenaza que supone contra sus vidas estos explosivos, que fueron plantados en su mayoría por grupos yihadistas contra el Ejército o las fuerzas internacionales que operan en el país.
La inestabilidad que afecta a Mali comenzó con el golpe de Estado de 2012, cuando grupos tuareg rebeldes, junto a organizaciones yihadistas, se hicieron con el control del norte del país durante diez meses.
Los yihadistas fueron teóricamente expulsados en 2013, gracias a una intervención militar internacional encabezada por Francia, pero extensas áreas del país, sobre todo del norte y del centro, escapan al control estatal, de lo que se aprovechan grupos terroristas locales.