El comunicado se dio por el canciller Alexander Schallenberg, el viernes en la noche tras una reunión con líderes estatales para discutir la respuesta a un rápido rebrote.
“La pandemia aún no ha quedado atrás”, afirmó Schallenberg. “Estamos a punto de tropezar con la pandemia de los no vacunados”.
Schallenberg destacó que, si el número de pacientes con coronavirus en las unidades de cuidados intensivos del país llega a 500, el equivalente al 25% de su capacidad total, la entrada a negocios como restaurantes y hoteles estará limitada a las personas vacunadas o que hayan pasado la enfermedad.
Si la cifra llega a 600 personas, un tercio del total, el gobierno tendrá en planes las restricciones a las personas no vacunadas. En este caso, solo podrían salir de casa por motivos de fuerza mayor.
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