Una pareja mantuvo encerrada en su domicilio a una mujer hindú por ocho años, sin embargo, las condiciones en las que vivía eran extremas. Le pagaban 3,39 dólares australianos a cambio de su servicio que era de niñera y de área doméstica. Además, le permitían dormir solo una hora por día.
Esperaban que la empleada doméstica estuviera disponible los siete días del año, ya que, según sabían era una trabajadora. Ella había aceptado laborar dado que pretendía enviar dinero la India, donde vivían sus cuatro hijos.
Por si fuera poco, el fiscal Richard Maidment reveló que a lo largo de los años sufrió agresiones físicas con agua hirviendo y cuchillos. Incluso en 2015 recibió atención hospitalaria luego de llegar en estado crítico con sepsis.
Se sabe que los acusados planeaban "contratarla" por mucho tiempo más. Argumentaron que no trataban a la mujer como esclava de manera intencional, en este sentido, se declararon inocentes en el juicio.
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