El gobierno de Australia suspendió sus planes de reabrir sus fronteras a ciertos trabajadores y estudiantes, justificando su decisión por la preocupación que suscita la nueva variante Ómicron del coronavirus.
El primer ministro Scott Morrison dijo que finalmente las fronteras no se reabrirán el 1 de diciembre como estaba planeado y explicó que este retraso era una "decisión temporal y necesaria".
Australia ha detectado hasta ahora cinco casos de la variante Ómicron.
Morrison citó entre estos conocimientos necesarios "la eficacia de las vacunas, el grado y los síntomas de la enfermedad que puede generar y el nivel de contagio" de la nueva variante.
Australia ha sido uno de los países del mundo que ha aplicado restricciones fronterizas más estrictas durante la pandemia, debido al escaso nivel de vacunación.