Durante el primer día de la Cumbre por la Democracia realizada por la administración del presidente de Estados Unidos Joe Biden, el mandatario instó a los líderes mundiales a fortalecer las democracias y su valía en un mundo cambiante. Biden calificó como crítica la necesidad de que los mandatarios redoblen esfuerzos para "defender" las democracias.
La conferencia de dos días encabezada por Biden fue anunciada como una oportunidad para que líderes y expertos de 110 países planteen estrategias en la lucha contra la corrupción. Uno de los puntos principales fue cuando el mandatario afirmó que algunos gobiernos autoritarios están trabajando para sembrar la división y generar desconfianza en las democracias.
Asimismo, el presidente estadounidense expresó que su administración está peleando su propia batalla para ganar la aprobación de la legislación sobre el derecho al voto en el país. "Este es un momento urgente, los datos hasta este momento nos indican que estamos en gran medida en una dirección equivocada", afirmó.
Estas estrategias propuestas por el presidente Biden son el principio central de la perspectiva de política exterior de su actual gobierno, donde prometió que miraría más hacia afuera con un enfoque de Estados Unidos primero. Biden en sus comentarios anunció estar lanzando una iniciativa para gastar hasta 424 millones de dólares para programación en todo el mundo y apoyar medios independientes.
Otros líderes se turnaron para pronunciar sus propios argumentos sobre el estado de la democracia, muchos pregrabados, pero reflexionando sobre el estrés que ocasiona la tecnología en rápida evolución. También lamentando el incremento de las compañías donde se impulsa la desinformación y fake news dirigidas y socavando las instituciones y elecciones a nivel mundial.
Ante ello, los embajadores en Estados Unidos de China y Rusia escribieron un ensayo conjunto para describir la administración de Biden, donde la tildaron de una exhibición de mentalidad de Guerra Fría. "Su ideología solo aviva la confrontación y es una grieta en el mundo", afirmaron ambas naciones quienes no estuvieron invitadas a la cumbre.
Encima, la cumbre se produce cuando Biden está presionando a su homónimo Vladimir Putin para orillarlo a renunciar después de una acumulación masiva de tropas en la frontera con Ucrania. De esa manera, está creando una preocupación en Washington y las capitales europeas que Rusia pueda invadir una vez más Ucrania, ello podría traer graves consecuencias, según reportan medios internacionales.
Respecto a las políticas internas de Estados Unidos, los senadores que apoyan a Biden también desean que su administración se centre en otras formas de apuntalar la democracia local. Una prueba temprana está en marcha cuando la Cámara de Representantes se mueva para aprobar la Ley de Protección de Nuestra Democracia, la tercera de tres proyectos de ley vigentes.
Si bien, la Cumbre por la Democracia es una oportunidad para Estados Unidos de escuchar, aprender e interactuar con otros gobiernos cuyo compromiso es fundamental para la renovación democrática global. Sin embargo, en este punto la administración de Joe Biden debe mostrar y reconocer las debilidades e imperfecciones a fin de enfrentarlas de una forma abierta y transparente.