La Gran Barrera de Coral ha perdido la mitad de su coral desde 1995. Los científicos están viendo disminuciones similares en los arrecifes desde Hawai hasta los Cayos de Florida y en toda la región del Indo-Pacífico.
El declive generalizado se debe en parte a las olas de calor provocadas por el clima, que están calentando los océanos del mundo y provocando lo que se conoce como blanqueamiento del coral, la ruptura de la relación mutuamente beneficiosa entre los corales y las algas residentes. Pero también hay otros factores que contribuyen al declive de los arrecifes de coral, como la contaminación y la sobrepesca.
Según un nuevo estudio, publicado en la revista ‘Science‘, la clave para que los arrecifes de coral sobrevivan a las olas de calor provocadas por el clima y a la consiguiente decoloración es la gestión del cambio climático global y las condiciones locales.
“Encontramos una fuerte señal de que las condiciones locales influyen en los resultados de los corales después de los eventos de estrés térmico”, destaca en un comunicado Mary Donovan, autora principal del estudio y profesora asistente en la Escuela de Ciencias Geográficas y Planificación Urbana de la Universidad Estatal de Arizona, en Estados Unidos.
“Aunque algunos han argumentado que el cambio climático es tan abrumador que la conservación de los arrecifes de coral a escala local es inútil, nuestro estudio descubrió que los impactos locales en los arrecifes de coral magnificaron los efectos de las olas de calor provocadas por el clima –apunta Donovan–. Esto sugiere que la acción local para conservar los arrecifes de coral puede ayudar a los arrecifes a resistir los efectos del cambio climático”.
La importancia de las condiciones locales para la supervivencia de los arrecifes es a menudo desestimada, lo que hace que quienes dependen de los arrecifes de coral para su sustento o quienes son sus administradores se sientan desesperados. Sin embargo, los arrecifes de coral son profundamente importantes.
“Los arrecifes de coral son importantes a un nivel fundamental para la biodiversidad”, recuerda Donovan, que también es miembro del Centro de Descubrimiento Global y Ciencia de la Conservación de la ASU.
Dos problemas locales que pueden tener un gran efecto en la salud de los arrecifes de coral son la contaminación por nutrientes y la sobrepesca. La sobrepesca reduce el número de peces que se alimentan de algas y mantienen el equilibrio del ecosistema del arrecife. Por ejemplo, el agotamiento del número de peces herbívoros puede conducir a una sobreabundancia de macroalgas, lo que puede indicar un ecosistema estresado.
Por otro lado, la contaminación por nutrientes procedente de la tierra, incluida la escorrentía de los campos de golf, la agricultura y el desarrollo urbano a lo largo de las costas, amenaza enormemente a los arrecifes.
Sin embargo, tanto la sobrepesca como la contaminación ofrecen oportunidades de estrategias de gestión que podrían aumentar la resistencia de los arrecifes de coral al cambio climático.
Los datos del estudio fueron recogidos en todo el mundo por científicos profesionales y por científicos comunitarios formados y certificados en nombre de Reef Check. Sólo se analizaron los datos recogidos durante y un año después de un episodio de blanqueo provocado por el clima para determinar la salud del arrecife. Donovan está aplicando ahora esta investigación a los esfuerzos locales para hacer frente a las condiciones que perjudican a los arrecifes.
Con información de Europa Press