La clave fundamental de Corea del Sur fue la actuación rápida y temprana. A partir del análisis de datos sobre la propagación del COVID-19 se lograron entender las diferencias fundamentales que han logrado reducir la propagación y la tasa de mortalidad.
El caso atípico de este país que ha logrado contener los contagios de coronavirus a lo largo de tres semanas a 30 al tomar con mucho seriedad desde el primer momento al COVID-19 como una pandemia que no se podía eliminar solo reducir su impacto al tratar de postergar al máximo los contagios y fijó tres principios básicos: contención, diagnóstico y mitigación.
PUEDE INTERESARTE: Pide disculpas policía de China por abusos contra médico que alertó sobre coronavirus
El primer paso fue la contención con el distanciamiento social, al cerrar lugares y cancelar eventos; es decir evitar la interacción.
Para la contención, cerca de 30 mil surcoreanos fueron enviados a cuarentena domiciliaria obligatoria.
Con una aplicación para celular desarrollada por el Ministerio de Salud con geolocalización, el gobierno detecta si el paciente en cuarentena cumple con la restricción.
Esta aplicación también permitió aplicar el siguiente principio básico: el diagnóstico, con pruebas a domicilio de coronavirus sin necesidad de ir al hospital.
Con esta aplicación, el gobierno surcoreano ha realizado más de 200 mil pruebas de COVID-19, lo cual permitió bajar la tasa de afectados de 813 el 29 de febrero a 114 el 12 de marzo.
Según datos disponibles sobre la propagación del virus, se sabe que los casos crecían exponencialmente día a día, pero solo eran conocidos hasta que las personas acudían al médico y eran diagnosticados.
Ampliar la red de detección del virus en sus etapas más tempranas para poder identificar a las personas que lo tienen y de esa forma poder detener la propagación de casos, da pie al tercer principio básico: la mitigación.
Si se reducen los contagios, el sistema de salud funciona más eficientemente, personal médico puede manejar los casos mucho mejor al atender solo aquellos que requieren hospitalización y se reduce la tasa de mortalidad.
En Corea del Sur, la tasa de mortalidad es de 0.5 por ciento, aproximadamente. En Italia alcanza 7.7 por ciento.
Una actuación temprana y rápida por parte de autoridades en conjunto con la colaboración de los ciudadanos es la diferencia en el combate al COVID-19.