La Justicia de Arizona falló a favor del Gobierno del estado y permitió que se aplique una ley de 1973 que prohibe el aborto en prácticamente la totalidad de los casos.
La jueza del condado de Pima Kellie Johnson decidió levantar un bloqueo de casi 50 años de la norma, después de que el Tribunal Supremo de Estados Unidos revocase en junio la protección al aborto en todo el país y permitiese de facto a cada estado fijar sus leyes.
La ley prohíbe los abortos en todos los casos salvo en aquellos en los que la vida de la madre esté en peligro.