En redes sociales se difundió el momento en que un aficionado mexicano se lanzó desde lo alto de un faro, pero para desgraciada de él, nadie de los presentes lo cachó.
Para los hinchas de la selección mexicana de futbol la clasificación a los octavos de final del Mundial marcó este miércoles un antes y un después en la historia del Tri porque por primera vez no llorarán ante su epitafio maldito: "México jugó como nunca y perdió como siempre".
En uno de sus peores partidos en la historia de los Mundiales, los mexicanos se desinflaron y fueron goleados 3-0 por una Suecia que les pasó por encima, pero accedieron a la fase de los 16 mejores gracias a un milagro que pareció sacado de una novela de realismo mágico: Alemania perdió 2-0 ante Corea del Sur.
México jugó como siempre y perdió como nunca, repitieron los hinchas llorosos, pero el campeón Alemania dejó de serlo de la peor manera, superado por los humildes coreanos y eso cambió la historia de México.
Los hinchas no se reponen del golpe emotivo por estar en la segunda ronda por séptimo mundial seguido y supersticiosos como son, después de pasar por encima del epitafio maldito, tienen luz verde para ser protagonistas de su propia novela en colores.