Los talibanes pidieron este sábado a países y organizaciones internacionales que continúen aportando ayuda humanitaria a Afganistán, después de que numerosas ONG suspendiesen sus programas cuando los fundamentalistas prohibieron a las afganas trabajar en ellas, mientras la ola de frío que azota el país desde hace dos semanas deja ya 166 muertos.
Los fundamentalistas, que se hicieron con el control del país en agosto de 2021, reiteraron su llamamiento a una ayuda humanitaria "no política".
A la crisis humanitaria se ha sumado un invierno particularmente frío, en un país que registra habitualmente muertes por las bajas temperaturas debido a la escasez de infraestructuras y servicios básicos, así como a la reducida calidad de las viviendas, a menudo simples tiendas de campaña en el caso de los más desfavorecidos.