- Tras una visita de dos días a Panamá, Kelly T. Clements, Alta Comisionada Adjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados, instó a la comunidad internacional a duplicar los esfuerzos por mejorar la situación de las personas refugiadas y migrantes en las Américas. "Ante un empeoramiento de la situación, se necesita más cooperación y apoyo de la comunidad internacional para ofrecer a las personas en situación de vulnerabilidad alternativas a las peligrosas e irregulares travesías que emprenden en las Américas", recalcó Clements.
- La visita de Clements se da en un momento en el que la cantidad de personas refugiadas y migrantes que han cruzado a pie la selva del Darién – entre Panamá y Colombia – el año pasado llegó a 520.000, la cifra más alta de la que se tiene registro. En lo que va del año, 23.000 personas han emprendido esta peligrosa travesía.
El 24 de enero, la Alta Comisionada Adjunta asistió a la VI Reunión Anual del Marco Integral Regional para la Protección y Soluciones (MIRPS); en ella, los países en la región se comprometieron a redoblar esfuerzos para hacer frente al desplazamiento forzado. Kelly Clements también estuvo en el Darién.
Donde participó en la inauguración de una sucursal de la Oficina Nacional para la Atención de Refugiados (ONPAR) en Metetí, provincia del Darién, la cual garantizará que las personas que cruzan el Darién puedan solicitar asilo y tener acceso a documentación y servicios básicos.
- Los desafíos que suponen los complejos movimientos de refugiados y migrantes que se están dando en las Américas deben abordarse desde una perspectiva integral y colaborativa a nivel regional, según Clements. "Debemos brindar aún más asistencia a las personas en situación de vulnerabilidad, reforzar el apoyo que reciben las comunidades de acogida, y ampliar las oportunidades de reasentamiento y el acceso a otros mecanismos regulares de apoyo. Esta estrategia resulta esencial para gestionar de manera eficaz los complejos desafíos que están surgiendo en este momento crucial".