Con todo el amor del mundo, Barbara de 71 años y Clive Walshaw de 73, decidieron poner un alto a la tristeza que sentían por no ver a sus nietos durante la pandemia.
Fueron nueve largos meses los que se mantuvieron alejados de los pequeños, por ello decidieron emplear una idea que les permitiera dar ese abrazo de oso que tantas ganas tenían de brindar.
Los abuelos se disfrazaron de osos polares para no pasar las fiestas decembrinas solos en sus hogares y solo conformarse con una reunión virtual, pero Barbara fue quien al encontrar los disfraces mientras estaban de compras, no dudo en llevárselos para preparar la gran sorpresa.
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Y una vez que los hijos captaron el adorable momento entre abuelos y nietos, la tierna imagen no paro hasta volverse viral en redes sociales, mientras los ancianos informaban que eran las 15 libras mejor gastadas de su vida, aún cuando los pequeños no paraban de llorar de la emoción ante la sorpresa pues vivieron los seis minutos más felices.