El parentesco entre los abuelos y sus nietos es exclusivo, en Indonesia una abuelita se ha convertido en el soporte de su nieto, de apenas 2 años, quien ha sido abandonado por sus papás desde el divorcio, por lo cual la adulta labora en un crucero como estatua viviente.
Mumun, de 60 años, labora a diario como estatua viviente para ganar un poco de dinero y de esta forma alimentar a su nieto, quien ha sido abandonado por los dos papás después de divorciarse.
Los dos viven en la calle y desgraciadamente el dinero que gana no le es suficiente para sostenerse los dos, por lo cual le da prioridad a mercar leche y arroz para el menor, aun cuando ella algunas veces se quede sin ingerir.
A diario la dama pinta su cara y extremidades y pasa horas parado cargando a su nieto para triunfar algo de dinero. Ella como bastantes personas internacionalmente perdió su trabajo tras la enfermedad pandémica de coronavirus, por lo cual con el poco dinero que le quedaba compró un bote de pintura plateada y dedicarse a entretener a los peatones de un cruce alrededor de la provincia Tangerang.
Previo a la enfermedad pandémica Mumun trabajaba como ayudante de aseo, y con lo cual le pagaban podían seguir estando ella y su diminuto nieto.
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Trabaja a diario en un crucero como estatua viviente para mantener a su nieto, de dos años, luego que sus padres lo abandonaron.
Abuelita se convierte en estatua viviente para mantener a su nieto
Trabaja a diario en un crucero como estatua viviente para mantener a su nieto, de dos años, luego que sus padres lo abandonaron.