El primer ministro, Giuseppe Conte, decretó el confinamiento el pasado 10 de marzo a los 60 millones de italianos.
Entonces aseguró que ampliar la medida a todo el territorio, impuesta solo dos días en el Norte -principal foco de la epidemia- era la única manera para contener la pandemia.
Italia informó hoy de la muerte de 174 personas por coronavirus durante las últimas 24 horas, la cifra más baja desde que se impuso el confinamiento, que empezará a levantarse parcialmente a partir del lunes.
Las cifras actuales demuestran que hay un mayor control del contagio desde hace varias semanas, lo que se refleja en una menor presión sobre el sistema hospitalario.
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Esto llevó a las autoridades a flexibilizar las medidas de confinamiento a la población, para reactivar una economía colapsada por la enfermedad.
Los negocios minoristas, los bares y los restaurantes seguirán cerrados.
También se fomentará el teletrabajo y se prohíben las reuniones familiares, aunque será posible desplazarse para ver a parientes que viven en la misma región.
No obstante, Conte señaló que 4.4 millones de trabajadores reanudarán su trabajo. También será posible salir de casa para caminar, montar en bicicleta o hacer ejercicio.