Un solitario ladrón encapuchado, con pistola en mano, intentó asaltar una pizzería, pero en un descuido un empleado de la cocina se le abalanzó, le propinó una tremenda paliza y lo desarmó, evitando el robo.
La escena fue grabada por una cámara de video vigilancia y difundida a través del portal de noticias policiacas en Facebook: Medios Obson TV.
Los hechos ocurrieron en la colonia Campestre, en las inmediaciones del centro de Ciudad Obregón, en las calles California y Aureliano Anaya, alrededor de las 21:50 horas (23:50 tiempo de la Ciudad de México) cuando un hombre de entre 25 a 30 años, delgado y de 1 metro 80 centímetros de altura, aproximadamente, irrumpió en la Pizzería 550 con un revólver y el rostro cubierto con pasamontañas.
Al llegar al mostrador amenazó a la encargada de la caja con una pistola revólver exigiéndole que le entregue el dinero.
Sin embargo, la mujer se encaminó hacia otra caja que estaba dentro del área de recepción del producto terminado o cocina, donde había otros empleados; el solitario hampón se paró en una puerta a esperar que la empleada abriera la caja registradora y tomó un billete, así como un sobre amarillo que se lo devuelve a la empleada, al mismo tiempo que se fajó la pistola en el lado izquierdo de la cintura.
Este descuido fue aprovechado por un empleado del negocio que sorpresivamente se le abalanzó, lo tlacleó y le proponó golpes y patadas hasta que, con el apoyo de un segundo empleado le quitaron el arma de fuego, un a pistola revólver calibre 38 especial con varios cartuchos útiles.
Después de recibir varios golpes en la cara y el torso, el maleante logró levantarse del piso y con el rostro ensangrentado pide que le regresen la pistola.
Sin embargo, fue ignorado, por lo se encaminó hacia la puerta del establecimiento y huyó siendo seguido por el empleado que aseguró la puerta para dar aviso a las autoridades.
Al ver que el ladrón intenta regresarse, el empleado le apunta con el arma para disuadirlo.
Después el empleado bajó la cortina metálica del negocio, mientras que la cajera llama al teléfono de emergencias 911 arribando elementos de las distintas corporaciones policiacas.
Ellos se encargan de asegurar el arma de fuego para remitirla al Ministerio Público del Fuero Común; hasta el momento no se ha confirmado si el ladrón fue detenido.