YouTube reconoce a la teacher Gaby Manzano

Durante mucho tiempo permaneció sólo con mil 500 suscriptores y hubo momentos en que éstos bajaron hasta sólo 20

Empezó a los 15 años dando clase, y hoy gracias a un golpe de suerte y con la ayuda de su hija, una maestra en Saltillo, Gabriela Manzano Rodríguez, ha logrado obtener un reconocimiento de YouTube por el tráfico de usuarios de su canal de clases de inglés, pese a que mantiene el sistema tradicional de enseñanza en esta plataforma virtual que podría pensarse más moderna. Cuando joven, su intención de tener una preparación religiosa la llevó a Estados Unidos donde estudió la preparatoria y la licenciatura en Teología, y al regresar ya casada y con hijos, se le presentó la oportunidad de dar clases de inglés en la escuela donde inscribió a sus hijos, debido a que la maestra titular se había ido.

“Me dieron la oportunidad de trabajar en primaria, estuve en ese colegio dos años y luego en el Instituto Bilingüe San Lorenzo trabajé 8 años con mis hijos ahí, y de esa escuela hubo una mamá que me recomendó a la Universidad Autónoma de Coahuila”, por lo que durante 19 años (uno menos debido a que padeció cáncer), dio clases en el Instituto de Ciencias y Humanidades (ICH).

Además de su preparación tuvo un diplomado en el idioma en el ITESM en Saltillo y otro en Masachusets en Estados Unidos, además de otro en IMARC en la capital de Coahuila, hace dos años se pensionó pero debido a que su esposo no podía trabajar por un problema de la vista, decidió tomar suerte dando clases en línea, mucho antes de que iniciara la pandemia en el país.

“Instados por mi hija la mayor empezamos a pensar cómo hacer podcast y otorgar estudios en redes sociales, para cuando la pandemia comenzó ya teníamos grabados varios estudios sobre todo de la Biblia; pero yo tenía el interés del inglés y mi esposo me apoyó muchísimo, me adecuó el saloncito, las luces, me enseñó como grabar”, inició así el canal teachergabymanzano, que se distingue con una g en forma de manzana.

Durante mucho tiempo permaneció sólo con mil 500 suscriptores y hubo momentos en que éstos bajaron hasta sólo 20, pero el compromiso siempre fue continuar con los que tuvieran interés; “desgraciadamente tuvimos la tristeza de perder a nosotros a mi esposo en septiembre, duró 15 días nada más, padeció del covid, no supimos cómo pescó el virus, si ya no salía de la casa”.

Luego de su pérdida se tomó algo de tiempo, pero casi de inmediato, en diciembre, retornó, sin embargo, se dio cuenta de que era posible que sus suscriptores no estuvieran enterados; “le dije a mi hija no seas malita grábame un comercial o algo para que la gente sepa que ya volví a grabar”. Fue entonces cuando ocurrió lo inesperado, pues la joven estaba en un grupo en la universidad donde tomaba una maestría, el cual estaba conformado por 48 mil personas; la respuesta fue inesperada para ella, pues gracias a que muchos compartieron y dieron like a sus clases, en un tiempo récord alcanzó los 170 mil.

Actualmente son 446 mil los que toman sus clases, por lo que en enero tratando de monetizar el canal finalmente, se comunicó con funcionarios de YouTube para informarse ya que conocía que después de 10 mil seguidores podía obtener ingresos, pero la respuesta fue que también necesitaba acumular 4 mil horas vistas.“Le dije falta entonces mucho tiempo; pero no, gracias a Dios al poco tiempo le avisaron que ya había alcanzado y que muy pronto me iba a llegar la placa y que iba a tardar de 3 a 4 semanas que todavía no se cumplen, para que me llegara un pin para poder empezar a monetizar”, expuso.

 


 

Madre de cuatro hijos, uno fallecido al nacer, otra que actualmente vive con ella, y los dos restantes una hija que vive en Estados Unidos y otro más en Guadalajara, confiesa que nunca se vio utilizando los medios modernos para impartir cátedra y fue la necesidad lo que la empujó, por lo que incluso continúa dando clases en el sistema tradicional, con pizarrón y cartulinas, sin tecnología alguna.

“No sé usar otros medios, yo no soy una youtuber, soy una maestra; con el método a la antigüita y creo que sí funciona porque es paso a paso”; por ahora, sus estudiantes son desde niños menores de cuarto y quinto de primaria, hasta personas mayores de 60 años, además de oriundos de Perú, Bolivia, Chile, Argentina, Ecuador, Canadá, Estados Unidos, Londres, Florencia, Italia y ha recibido mensajes de Bulgaria y Egipto.

 

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