El cuerpo de la niña encontrada en una hielera el pasado 30 de agosto en la colonia El Pípila, en la ciudad de Tijuana, Baja California, fue velado en privado y será sepultada por un grupo de mujeres que solicitaron la entrega del cadáver luego de nadie lo reclamó.
El grupo de mujeres "bautizaron" a la niña como Dulce María Sonrisa de Ángeles e impidieron que su cuerpo fuera sepultado en una fosa común, mismo colectivo que dicen que son sus "mamis adoptivas".
El hallazgo del cuerpo de la niña causó mucha indignación y consternación en la población de la ciudad fronteriza además nunca nadie la reclamo ni fue identificada plenamente, solo se hizo un retrato hablado de ella por parte de la Fiscalía General del Estado de Baja California.
Te puede interesar: EEUU inicia vacunación contra COVID-19
Los restos de la niña de entre 5 y 10 años de edad, fueron localizados en una hielera sobre la avenida Las Torres, esquina con la calle Salamanca, en la colonia Pípila.
El hallazgo fue reportado por comerciantes del mercado "sobre ruedas" que habitualmente se instala sobre dicha vialidad.
Días después la Fiscalía General del Estado de Baja California difundió el retrato hablado de la niña y la necropsia arrojó que no había registrado de alguna tipo lesión y de acuerdo a sus características, tenía datos compatibles con parálisis cerebral infantil (congénita).
El reporte indica también que la causa de muerte fue por "sepsis pulmonar secundario a neumonía".