La tuberculosis es una enfermedad que no respeta órganos y que según la parte del cuerpo que afecte puede ser potencialmente mortal, indicó el médico infectólogo Jesús Sánchez Colín.
“Como todo padecimiento, si no es atendido a tiempo y tratado en forma correcta, puede tener alguna complicación mortal”, dijo.
Los datos más recientes de la Secretaría de Salud federal indican que en 2018 fallecieron 2 mil 66 personas en el País por esta enfermedad. La mortalidad se ha reducido de forma considerable en tres décadas, pues en 1990 causó 6 mil 202 decesos.
Sánchez Colín explicó que la tuberculosis, contrario a lo que a veces se piensa, no está erradicada y puede causar afectaciones en prácticamente cualquier órgano.
“No sólo afecta a los pulmones, sino que también puede haber meningitis por tuberculosis, osteomielitis por tuberculosis. Puede enfermar al sistema gastrointestinal, incluso al corazón, porque puede haber lo que se llama pericarditis tuberculosa”, detalló el especialista.
EXISTE RIESGO
Santa Elizabeth Ceballos Liceaga, directora de Vigilancia Epidemiológica de Enfermedades Transmisibles de la Secretaría de Salud, señaló que la tuberculosis no tiene una temporalidad y se diagnostica en cualquier momento del año.
“Es importante que conozcamos la enfermedad; estamos expuestos y estamos en riesgo”, aseguró.
La funcionaria federal destacó que este padecimiento se presenta sin distinción de edad o sexo y, al ser un problema infeccioso, es importante tomar medidas.
“Si yo estoy en casa y tengo tos con flema de hace más de 15 días, yo tendría que estar acudiendo a mi médico para que pueda identificar o diagnosticar si tengo o no tuberculosis”, agregó.
“Hay que recordar que también hay otras pandemias: no sólo estamos viviendo con la de SARS-CoV-2, también está, por ejemplo, la pandemia de VIH, de la hepatitis y la de la tuberculosis, que es una enfermedad que tiene muchos años de antigüedad”. Jesús Sánchez Colín, infectólogo.
Síntomas
- Tos con flema por más de 15 días.
- En algunos casos, tos con sangre.
- En niños, puede ser tos seca.
- Fiebre, sobre todo por las noches.
- Sudoración nocturna.
- Pérdida del apetito.
- Dolor en el pecho.
- Debilidad o cansancio.